29 Mar Área bebé
Área bebé
Nuestro objetivo es favorecer el desarrollo global y pleno del bebé.
Para ello acompañamos en la mejoría de las diversas dificultades del bebé y en la promoción de su Salutogénesis (modo en el que adquirimos y conservamos la salud). Concretamente fomentamos el desarrollo de su capacidad de regulación, la exploración de su propio cuerpo, su propio movimiento, el entorno y las relaciones con los otros…
Dentro de todo este proceso juega un rol fundamental toda la familia. Proveemos a las madres, padres y cuidadores de las herramientas y conocimientos para apoyar el desarrollo de su bebé, con estrategias personalizadas y prácticas para facilitar y estimular la maduración del bebé. Asesoramos en temas de lactancia, manejo en el cuidado, en las rutinas, en los hitos del desarrollo, porteo, masaje infantil, juego… para ayudar a las madres y padres a recuperar y afianzar su seguridad y la confianza personal como papás de ese bebé único.
Al fin y al cabo, las madres y padres sois los verdaderos especialistas en vuestras criaturas.
Nosotras somos vuestras ayudantes y aliadas.
Consúltanos si tu bebé:
- Es irritable, llora con facilidad, siempre está nervioso, se asusta fácilmente.
- Es demasiado tranquilo, lento y se mueve poco.
- No quiere estar boca abajo. Se altera en cambios de posición.
- Tarda en alcanzar los hitos del desarrollo psicomotor (volteos, sedestación activa, gateo, marcha, manipulación de objetos…).
- La exploración de los juguetes no está siendo la esperada para su edad.
- Le cuesta acomodarse en la lactancia, dificultades de succión. Al iniciar la alimentación complementaria rechaza nuevos alimentos y texturas.
- No le gusta que le toquen, el masaje corporal, el baño. La ropa le incomoda, o por el contrario, no le gusta estar descubierto.
- Se desorganiza en los cambios de pañal. No le gusta que le tumben boca arriba en esta acción.
- En el baño o la piscina, no le gusta que le caiga el agua por la cabeza, por la cara o por todo el cuerpo.
- Presenta desórdenes en el sueño. Duerme demasiado.
- Le cuesta vincularse, pobre contacto ocular. No es muy expresivo (no sonríe tanto). Parece ausente.
- Parece no conectarse con lo que ocurre alrededor. Reacciona poco a tus llamadas y carantoñas. No le llaman la atención otras personas.
- Requiere la presencia del cuidador principal de modo constante. Se desorganiza emocionalmente cuando el cuidador se aleja, aunque tenga control visual.
- Le observas temeroso tanto en entornos conocidos como novedosos.
- No presenta curiosidad y motivación por entornos y objetos novedosos.
Consúltanos si os sentís:
- Desbordados por el manejo de vuestro amado bebé
- Si no conseguís vincularos con vuestro hijo.
- Vuestro sentido de competencia es menor del esperado ante los desafíos de la crianza.
- Intuís que algo no fluye como debería, aunque algunos profesionales sanitarios os recomiendan esperar.