Área bebé

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La llegada de un bebé es un momento único y trascendental en la vida de una familia. Acompañamos y cuidamos a nuestro bebé de forma amorosa e intuitiva, favoreciendo su crecimiento y desarrollo. Alimentamos, mecemos, abrazamos, hablamos, cantamos, dormimos, cargamos y acariciamos a nuestra criatura. Estos actos instintivos son exactamente lo que el bebé necesita; y no sólo el bebé, también es una necesidad de esa madre y de ese padre, que están preparados de forma biológica para responder al proceso natural de la crianza.
La forma de crianza que cubre las necesidades fisiológicas de la tríada (madre, bebé y padre), aquella en la que hay comunicación, vinculación y contacto corporal afectivo, es lo suficientemente nutritiva como para que el bebé reciba los estímulos sensoriomotores y las experiencias necesarias para una maduración y desarrollo óptimo de su sistema nervioso central.
En ocasiones, aún dando a nuestro bebé todos estos cuidados amorosos y los estímulos oportunos, vemos que el desarrollo no está siendo el esperado. Esto se puede deber a un tipo de acompañamiento concreto o alguna circunstancia que limita el maduración del bebé (prematuridad, enfermedad, parto no respetado, hospitalización, adopción…).
Los pilares de nuestra intervención se apoyan en las neurociencias y en el acompañamiento familiar. Aportamos un enfoque ecléctico que se nutre de metodologías especializadas en bebés como ASI® (Ayres Integración Sensorial), Neurodesarrollo, Psicomotricidad y Teoría de Apego, que proporcionan las experiencias sensoriomotoras y relacionales que se ajustan a cada bebé en un ambiente enriquecedor y de juego.

Nuestro objetivo es favorecer el desarrollo global y pleno del bebé.

Para ello acompañamos en la mejoría de las diversas dificultades del bebé y en la promoción de su Salutogénesis (modo en el que adquirimos y conservamos la salud). Concretamente fomentamos el desarrollo de su capacidad de regulación, la exploración de su propio cuerpo, su propio movimiento, el entorno y las relaciones con los otros…

Dentro de todo este proceso juega un rol fundamental toda la familia. Proveemos a las madres, padres y cuidadores de las herramientas y conocimientos para apoyar el desarrollo de su bebé, con estrategias personalizadas y prácticas para facilitar y estimular la maduración del bebé. Asesoramos en temas de lactancia, manejo en el cuidado, en las rutinas, en los hitos del desarrollo, porteo, masaje infantil, juego… para ayudar a las madres y padres a recuperar y afianzar su seguridad y la confianza personal como papás de ese bebé único.

Al fin y al cabo, las madres y padres sois los verdaderos especialistas en vuestras criaturas.

Nosotras somos vuestras ayudantes y aliadas.

Consúltanos si tu bebé:

  • Es irritable, llora con facilidad, siempre está nervioso, se asusta fácilmente.
  • Es demasiado tranquilo, lento y se mueve poco.
  • No quiere estar boca abajo. Se altera en cambios de posición.
  • Tarda en alcanzar los hitos del desarrollo psicomotor (volteos, sedestación activa, gateo, marcha, manipulación de objetos…).
  • La exploración de los juguetes no está siendo la esperada para su edad.
  • Le cuesta acomodarse en la lactancia, dificultades de succión. Al iniciar la alimentación complementaria rechaza nuevos alimentos y texturas.
  • No le gusta que le toquen, el masaje corporal, el baño. La ropa le incomoda, o por el contrario, no le gusta estar descubierto.
  • Se desorganiza en los cambios de pañal. No le gusta que le tumben boca arriba en esta acción.
  • En el baño o la piscina, no le gusta que le caiga el agua por la cabeza, por la cara o por todo el cuerpo.
  • Presenta desórdenes en el sueño. Duerme demasiado.
  • Le cuesta vincularse, pobre contacto ocular. No es muy expresivo (no sonríe tanto). Parece ausente.
  • Parece no conectarse con lo que ocurre alrededor. Reacciona poco a tus llamadas y carantoñas. No le llaman la atención otras personas.
  • Requiere la presencia del cuidador principal de modo constante. Se desorganiza emocionalmente cuando el cuidador se aleja, aunque tenga control visual.
  • Le observas temeroso tanto en entornos conocidos como novedosos.
  • No presenta curiosidad y motivación por entornos y objetos novedosos.

Consúltanos si os sentís:

  • Desbordados por el manejo de vuestro amado bebé
  • Si no conseguís vincularos con vuestro hijo.
  • Vuestro sentido de competencia es menor del esperado ante los desafíos de la crianza.
  • Intuís que algo no fluye como debería, aunque algunos profesionales sanitarios os recomiendan esperar.

Consultadnos, si tenéis la necesidad de escucha y de entendimiento por parte de profesionales en bebés, siempre deseosas de acompañaros.